El fútbol en Norteamérica vivió una jornada de emociones contrastantes. Mientras Lionel Messi protagonizaba un regreso espectacular a las canchas con el Inter Miami, la selección de Estados Unidos mostraba una prometedora nueva cara bajo la dirección de Mauricio Pochettino, aunque con importantes desafíos por delante de cara a su preparación para el Mundial.
Messi Vuelve y Lidera la Remontada del Inter Miami
Tras una ausencia de 62 días por lesión, la expectativa por el regreso de Lionel Messi era enorme, y el astro argentino no decepcionó. En un partido clave por la MLS contra el Philadelphia Union, Messi no solo jugó el encuentro completo, sino que fue la figura indiscutible que cambió el rumbo del cotejo.
El Inter Miami se vio sorprendido al minuto de juego con un gol de Mikael Uhre para Philadelphia, lo que generó preocupación en el equipo local. Sin embargo, la respuesta llegaría de la mano de su capitán. En una ráfaga de fútbol letal de solo cuatro minutos en el primer tiempo, Messi anotó un doblete para darle vuelta al marcador. Su primer tanto llegó tras una jugada individual al borde del área, donde con un enganche dejó sin opciones al arquero rival. Poco después, conectó un centro preciso de Jordi Alba para poner el 2-1, demostrando que su magia sigue intacta.
Un Partido Dominado por la Jerarquía
A pesar del susto inicial y de algunos errores defensivos que obligaron al arquero Drake Callender a realizar atajadas salvadoras, el equipo dirigido por el ‘Tata’ Martino tomó el control del partido tras los goles de Messi. El Inter Miami dominó la posesión del balón, manejando los tiempos con la tranquilidad que le daba la ventaja.
La victoria fue sellada en el segundo tiempo por el delantero uruguayo Luis Suárez, quien recibió una asistencia del propio Messi para anotar el definitivo 3-1 con un potente remate desde fuera del área. Con este triunfo, el equipo rosa se consolida en la cima de la tabla, sacándole una ventaja de 10 puntos a su más cercano perseguidor y acercándose a asegurar su clasificación a los Playoffs.
La Selección de Estados Unidos Muestra Progresos
En el ámbito de selecciones, el equipo masculino de Estados Unidos, bajo el mando de Mauricio Pochettino, dio señales de mejora en su victoria por 2-0 frente a Japón. Después de una deslucida derrota ante Corea del Sur, el técnico argentino realizó cinco cambios y ajustó su estrategia, implementando una formación 3-4-3 que recordó a sus épocas en Southampton y Tottenham.
Este cambio táctico permitió a su equipo presionar alto y explotar los espacios dejados por un equipo japonés que gusta de tener la posesión. La selección estadounidense se mostró más cohesionada, resiliente y creativa. Christian Pulisic, de regreso en la convocatoria, tuvo una actuación magnífica, generando juego y asistiendo a Folarin Balogun en uno de los goles. Alex Zendejas, del Club América, también brilló y coronó su gran desempeño con un gol de buena factura. La presencia del defensa Chris Richards, del Crystal Palace, fue fundamental para la solidez del equipo.
El Debate: La Necesidad de Salir de Casa
A pesar de la buena performance, surge un debate sobre la preparación del equipo norteamericano. Si bien el resultado contra Japón fue positivo, es importante notar que el rival rotó a varias de sus figuras. La crítica principal apunta a que la selección estadounidense juega todos sus amistosos en su propio país.
Jugar siempre en casa, aunque a veces con público mayoritariamente visitante, no replica la experiencia de competir en un ambiente verdaderamente hostil. Para un equipo que aspira a ser protagonista en el próximo Mundial, es crucial medirse en casa de rivales de peso, como Argentina en el Monumental o Marruecos en Rabat. Este tipo de desafíos, como los que asumió Canadá al visitar a Rumania y Gales, forjan el carácter y preparan al equipo para la presión real de una Copa del Mundo, donde la condición de anfitrión no garantiza nada una vez que el balón empieza a rodar.